LARES



El frío está detenido
justo en una línea
entre invierno y otoño:
se adentró demasiado
y ahora debe capitular.

Los lares se vistieron
de rojo muy pronto.
Los raíles de luz prosiguen
hasta fiestas hoy futuras.
Y las manos, vueltas hacia arriba,
esperan una blancura
que quizás no les pertenece.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.