Sueño del 23 de mayo: substitución


Estoy en una casa sin muebles, es de noche. Voy por un largo pasillo y al girarlo me encuentro con un monigote que representa la muerte. Me asusto, y enseguida veo que lo sostiene mi madre. Ella y mi tía lo han montado para mí. Consiste en un cráneo, quizás una máscara de carnaval, y dos garras atadas a un palo, todo cubierto con un abrigo verde. Le recrimino a mi madre que me haya asustado, especialmente porque, según parece, estoy enfermo y estos días ya me estoy encontrado con la muerte de verdad. Critico, en efecto, que su muñeco no se parezca a la verdadera muerte, y enseguida esta aparece. Es mucho más alta y no tiene garras visibles. Su cara es también un cráneo pero, curiosamente, mucho menos realista que la máscara del muñeco, es más fantasmal. Adivino que su cuerpo es una especie de largo palo. Lleva puesto también un abrigo verde con capucha. Me mira ofendida porque entiende que la quiero substituir, y hace ademán de irse. La intento retener, pero sólo porque el abrigo es mío y lo quiero de vuelta. Se escabulle rápidamente por el pasillo. La persigo hasta una puerta con barrotes, por la que ella pasa sin problemas. Miro y sólo me da tiempo de ver cómo desaparece por la calles, con el abrigo ahora amarillo, convertido en chubasquero.


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