Sueño del 30 de junio de 2014




Estoy en casa de mis abuelos. La última habitación del piso, que de pequeño era la de los juguetes, está llena de arena, en permanente oscuridad. Como tengo el firme deseo de desaparecer totalmente, según me voy repitiendo, sé que debo ir allí. Abro la puerta y entro en la arena negra. Me voy moviendo y, a pesar  de que la habitación conserva sus dimensiones normales, no soy capaz de dar con las paredes. Siento un poco de vértigo y frío en los pies, hasta que por un escrúpulo indefinido (un recado pendiente, miedo a perderme en el infinito) decido salir de la habitación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.