Estoy en un piso a oscuras. Sé
que mi nombre es Peter Kane y que estoy afectado por una maldición indefinida.
Salgo a la escalera, que está bajo una penumbra azulada, y me acerco a la
puerta del piso justo de delante. Doy un par de golpes con las palmas abiertas,
enfadado, y oigo: ‘Feliz cumpleaños una vez más, Peter Kane.’ Odio esa voz, que
me recuerda lo que hay tras esa puerta: un piso encantado, con cadáveres,
cruces de David y restos de sangre. Una vez estuve en ese piso y lo que vi me atormenta
cada cumpleaños. Me alejo furioso y asustado. La voz dice: ‘Naciste de una
madre viva y de un padre muerto, y tú no estás ni vivo ni muerto.’ Con la idea
de huir lo más rápido posible, me lanzo por el hueco de la escalera. Mi cuerpo
es intangible y en la caída las barandillas no me tocan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.