De la liebre marina



'La liebre marina daría en la figura del calamar si no fuese por la cabeza, que se inclina a la terrestre y de ahí su nombre; no hay hueso ni espina en ella. Se ha visto, en la desembocadura del Nilo, que la hembra preñada vomita una piedra verde que lleva consigo en el estómago, y esta piedra, si la toca una mujer también preñada, la hace malparir. Pero la preñez de este animal ha de entenderse ovípara y exterior, pegada a las ingles en sartas que raramente se logran, ya que, sucia y cruel, las come la propia madre. Dicen algunos que su carne es transparente, que causa vómito a quien la mira y que, comida de un varón, no se librará este de su hedor hasta la muerte. Una sola bondad tiene: puesto su cuerpo seis días al sereno y majado con ortigas, libra de pelos el cuero de las vírgenes.'

Antonio Gamoneda, Libro de los venenos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.