Mostró su fuerza al mundo
y el mundo la aceptó.
La reconoció como algo necesario,
aunque estuviera hecha de grandes heces de
animal.
Él se entristeció: quería ser recordado
por lo difícil, por eso que le costaba,
su trabajo más terco sobre la piedra.
Esto el mundo lo negó, lo canceló de sus
esferas.
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