LA VISITA




Aquí está, en la puerta medio abierta
esperando a que la luz de gas
se apague del todo. Cuando luego
entre, querrá estrecharme la mano,
reteniéndome por las últimas
falanges. Y entonces pedirá.
Me preparo para dar la misma
respuesta, es la misma cada noche.
Sólo cambia la pregunta.

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